La entrevista es una
técnica de actuación profesional, que cobra una relevancia muy importante para
nosotros los trabajadores sociales, no siendo exclusiva de nuestra profesión.
Se reconoce como un
recurso operativo en el proceso de actuación, partiendo de ella actores
diversos (entrevistado y entrevistador), como sujetos activos que participan en
problemas históricos, sociales, económicos y políticos.
La operatividad de la
entrevista, está en relación directa con el actor que la implementa y los
objetivos por él planteados.
El autor Ardoino,
opina que lo que determina el cambio es
la mirada que los actores dirigen hacia las situaciones (gestos, movimientos,
etc.).
Para Lucía Vélez
Restrepo, la entrevista es un evento dialógico, propiciador de encuentros, que
se relacionan a través de la palabra, permitiendo que afloren representaciones,
recuerdos, emociones y racionalidades correspondientes a la historia tanto
personal como colectiva y a la realidad sociocultural de cada uno de los
sujetos implicados. En la entrevista, la
experiencia es el centro de la acción y tanto el dialogo y la narración se
desenvuelven en ella, de una forma reflexiva, con razón y corazón.
En el trabajo social,
la entrevista como una técnica de actuación profesional, reconoce la especificidad,
pues implica no sólo la comprensión de situaciones particulares y su contexto a
través de la recopilación de información, sino el desarrollo de un proceso de
transformación de una situación problemática inicial que lleva a la actuación.
Es decir, es una
técnica de interacción social que se funda en una relación interpersonal, que
permite la comprensión de una situación intersubjetiva, la construcción de un
problema que requiere pasar por un proceso de cambio y actuación, que permita
alcanzar su transformación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario